martes, 1 de noviembre de 2011

Historia de "Libre".
La canción habla del primer alemán que murió intentando atravesar el muro de Berlín.
Peter Fechter, un obrero de la construcción de 18 años, intentó huir junto con un amigo y compañero de trabajo, Helmut Kulbeik. Tenían pensado esconderse en el taller de un carpintero, cerca del muro, y, tras observar a los guardias de la "frontera" alejándose, saltar por una ventana hacia el llamado "corredor de la muerte", atravesarlo corriendo y saltar por el muro cerca del Checkpoint Charlie, a Berlín Oeste.

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Hasta llegar al muro las cosas salieron bien, pero cuando se encontraban arriba, a punto ya de pasar al otro lado, los soldados les dieron el alto, y a continuación dispararon. Helmut tuvo suerte, Peter resultó alcanzado por varios disparos en la pelvis, cayó hacia atrás, y quedó tendido en el suelo en la "tierra de nadie", durante cincuenta angustiosos minutos, moribundo, desangrándose, a la vista de todos, y sin que nadie hiciera nada.
Gritó pidiendo auxilio, pero los soldados soviéticos que le habían disparado no se acercaron, y lo único que pudieron hacer los soldados americanos fue tirarle un botiquín, que no le sirvió de ayuda, ya que sus graves heridas internas le impedían moverse, y poco a poco fue perdiendo la consciencia. Durante casi una hora, los ciudadanos de ambos lados de Berlín contemplaron impotentes su agonía, gritando a los soldados de ambos lados para que le ayudasen.
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Pero ambos bandos tenían miedo de que los del otro lado les disparasen, como había pasado en otras ocasiones anteriores; aunque ninguna en una circunstancia tan perentoria como esta y a las dos del mediodía, con tantos testigos presentes, incluyendo periodistas en el lado occidental.
Los soldados del lado oriental, zona a la que pertenecía en realidad la "tierra de nadie", tampoco le ayudaron, y no se acercaron hasta pasados 50 minutos, seguramente para que sirviera de ejemplo para cualquier otro que pensase huir.
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Aún así, entre 1961 y 1989 murieron más de 260 personas, sólo intentando cruzar el Muro; además de los que murieron al querer cruzar la frontera entre las dos Alemanias, y ya no hablemos de los que estuvieron en la cárcel por intentarlo, o por ayudar a otros.
Cuando por fin se acercaron los soldados de la RDA y se lo llevaron, los ciudadanos de ambos lados gritaron repetidamente "¡asesinos, asesinos!". En el lado occidental, se sucedieron las protestas y las manifestaciones los días siguientes, y los habitantes del Berlín Oeste comprendieron claramente lo difícil que sería para sus familiares y amigos del Berlín Este el intentar escapar. Asimismo, también se dieron cuenta, decepcionados, de que los soldados americanos, en pleno auge de la Guerra Fría, no harían nada para ayudarles en circunstancias similares. Fue un duro golpe para la esperanza de los berlineses.


La canción, escrita diez años después de los hechos, recoge una historia y unas fotos que dieron la vuelta al mundo, y que todavía hoy son símbolo de la crueldad humana. En el lugar donde murió Peter Fechter, se levantó en 1990 un monumento. Ya en 1997, dos antiguos soldados de la RDA fueron juzgados, y admitieron haber disparado contra Peter Fechter. Se les declaró culpables, y fueron condenados a un año de cárcel. En el juicio el forense declaró que toda ayuda hubiera sido inútil, ya que la gravedad de las heridas le hubiera causado la muerte en cualquier caso. Pero es algo que nunca sabremos, ¿verdad?
La canción es símbolo de todo el pueblo alemán que soñó con huir, ya que si Peter fue la primera víctima del muro, el último, Chris Gueffroy, en 1989, tenía, precisamente, veinte años...

martes, 6 de septiembre de 2011

Damas y caballeros, Nacho vuelve.

Tras varios meses sin parir algo del teclado me propongo volver a darle a la manivela de esta carraca atascada. No importa que no caigan comentarios. Lo hago por auténtico amor al arte, amor por el reto de buscar mi propio lenguaje para mi propia visión. Supongo que me lo debo a mí mismo, como el componer (cosa que por cierto no he hecho en todo el verano).

Por el momento estoy un poco espeso, pero pienso que este prólogo es mejor que nada.

viernes, 15 de abril de 2011

Vittorio Arrigoni, combatiente por la paz

El activista italiano del Movimiento de Solidaridad Internacional fue asesinado ayer por la noche en una casa abandonada de Gaza


Vittorio Arrigoni, activista italiano del Movimiento de Solidaridad Internacional (International Solidarity Movement, ISM en sus siglas en inglés) fue asesinado ayer por la noche en una casa abandonada de la Franja de Gaza. Quizás en una de las que él mismo contribuyó, a evacuar durante los bombardeos de la Operación Plomo Fundido.

Durante las tres semanas que duró aquella operación, Vittorio vestido con un chaleco de paramédico palestino, saltaba varias veces al día al interior de una ambulancia y le gritaba a Marwan, nuestro conductor favorito, que bastante tenía con esquivar las bombas y el fósforo blanco que iluminaban el camino "Jallah, Jallah Schumacker, circula más rápido que nos esperan". "Vik Utopía", como le llamábamos, era el primero en salir del vehículo y ponerse a levantar cascotes, sacar fotos, ayudar a los heridos, animar a los familiares, llamar por teléfono a Italia para contar lo que sucedía, compartir tabaco con todo aquel que se lo pidiese y quejarse. Quejarse siempre y en alto. Vittorio siempre se quejaba de lo que veíamos.

Vittorio y el miedo no congeniaban. Él nunca se agachaba cuando la explosión sonaba cerca. Al contrario. Gritaba. Insultaba a los que nos disparaban, se enfadaba, miraba a su alrededor y terminaba por animarnos a todos. Personalidad y carácter. Siempre con la pipa en la boca, escribiendo en su cuaderno y hablando por teléfono. Vittorio no daba discursos, reaccionaba como un palestino más, mimetizado, convertido en uno de ellos. Vittorio era un gazaui más. No necesitaba hablar árabe ni prácticamente inglés. Su idioma era el italiano y así se entendía, sonriendo, chapurreando y a gestos, con todo el mundo. Vittorio tenía la voluntad de los persistentes. La honestidad de quien estaba dispuesto a llegar hasta el final. Con principios y convicciones. Vittorio no era un aventurero.

Al contrario. Era uno de los miembros más conscientes del International Solidarity Movement (ISM). El extranjero que más tiempo ha pasado en la Franja de Gaza tratando de formar un grupo estable de activistas que participasen en la resistencia noviolenta de los palestinos contra la ocupación. Cuando el ejército israelí asesinó a Rachel Corrie y a Tom Hurndall en 2003 el ISM decidió retirarse de la zona para evitar más muertes. Por aquel entonces Vittorio participaba en las actividades de la organización en Cisjordania. Tarde o temprano todos los miembros del ISM allí son detenidos y deportados por las autoridades israelíes. Vittorio no se libró.

Pasó entonces a formar parte del núcleo originario del movimiento "Free Gaza" con el objetivo de romper el bloqueo marítimo israelí a través del envío de barcos que zarpaban desde Chipre transportando periodistas y activistas hasta la Franja asediada. En Agosto de 2008 formó parte de la travesía inaugural, navegando en el primer barco extranjero que atracaba en Gaza desde 1967. Una vez allí, Vittorio y media docena de personas comenzaron a establecer contactos para que los extranjeros del ISM realizasen, junto a los palestinos, acciones de resistencia noviolenta contra el ejército israelí. Vittorio y sus compañeras salían cada mañana a faenar con los pescadores. Ofrecían su presencia y sus pasaportes como escudo humano para evitar que las patrulleras israelíes les disparasen. Grababan los ataques y se lo contaban al mundo.

Vittorio fue detenido por la armada. Le dispararon con una pistola eléctrica. Cayó el mar. Casi se ahoga. Tras varios días en una cárcel israelí fue deportado a Italia. Dos semanas después regresaba a Gaza. Él nunca tiraba la toalla. Yo le conocí horas antes de embarcar, juntos, en el último bote que alcanzó puerto. El que llegó a Gaza el 19 de diciembre de 2008 transportando a los siete extranjeros que vivimos la OperaciónPlomo Fundido. Se pasó la noche explicándome lo que significaban para él las brigadas internacionales de la guerra de España. Le apasionaban. Vittorio sentía que su presencia en Gaza era la de un brigadista. Orwell y Homenaje a Cataluña eran su referente.

Fue Vittorio el que propuso, cuando comenzaron los bombardeos sobre Gaza, que nos ofreciésemos como voluntarios para circular en las ambulancias. Fue él quien nos convenció a nosotros y gestionó ante la Media Luna Roja que los siete extranjeros que estábamos en aquel momento en el grupo del ISM de Gaza nos convirtiésemos en testigos en primera línea de lo que sucedía.

Cuando la guerra terminó e Israel decretó la prohibición de transitar por los terrenos adyacentes a la frontera, los más fértiles de Gaza y de los que miles de campesinos dependen, Vittorio lideró una vez más al grupo de voluntarios extranjeros que se ofrecían con sus chalecos fluorescentes y sus cámaras como escudos humanos para que las familias pudieran acceder a recoger sus cosechas. Le disparaban y él lo grababa y lo contaba. Sin miedo. Con convicción. Ese era su trabajo. Hace menos de una semana, cuando Israel bombardeaba Gaza de nuevo, se sentó a fumar nargile con un responsable del Centro Palestino de los Derechos Humanos y grabaron, juntos, su último vídeo, preguntándose, como siempre, cómo podía pararse aquello. Vittorio era de los que se quedaban cuando se terminaba la noticia. De los que pensaban que estar es sinónimo de "siempre".

A Vittorio no le gustaba la palabra cooperante. Su trabajo no era humanitario. Era político. Rechazaba por igual la equidistancia y la neutralidad. Vittorio era un combatiente por la paz. Por una paz justa.

Vittorio nos hablaba cada día de los viejos partisanos italianos. Nos cantaba sus canciones en italiano. "Si mis abuelos lucharon el siglo pasado contra el fascismo, nosotros luchamos ahora contra la ocupación. Pero sin Maúser. Con las armas de la solidaridad, con el periodismo y la palabra". Vittorio era, todavía, un comunista convencido. Llevaba tatuada la palabra "mukawarma" -resistencia- en árabe en su antebrazo derecho.

Escribió desde Gaza una serie de crónicas para Il Manifesto durante las semanas infernales de la operación Plomo Fundido. Posteriormente se convirtieron en libro y fueron traducidas a varios idiomas. Su prólogo, "Gernika en Gaza" comienza así: "Desde Israel llega una amenaza terrible: este es sólo el primer día de una campaña de bombardeos que podría prolongarse durante dos semanas. Construirán un desierto y lo llamarán paz. El silencio del mundo es hoy mucho más ensordecedor que las explosiones que cubren la ciudad como un sudario de terror y muerte. Seguimos siendo humanos."

Vittorio ha muerto apenas unos días más tarde que Juliano Mer Khamis. Asesinados por un fanatismo integrista que se opone a la paz. Juliano y Vittorio eran los mejores. Pertenecían a ese grupo que Michael Warsavsky, escritor y activista israelí sitúa "al otro lado de la frontera" alejados de nacionalidades y religiones, unidos en lo común. Solidarios. Aún humanos.


Alberto Arce. EL PAÍS, 15 de Abril de 2011.


Y dígome yo que, el Mossad está detrás.

miércoles, 30 de marzo de 2011

¿síndrome de....?

Todos damos vueltas alrededor de algo. Es como una Piedra Kahaba podemos tardar varios minutos, horas, días... en dar una sola vuelta. Pero lo cierto es que sencillamente te encuentras en que tu camino no es sino el dejabú ineludible que hace dar otro ciclo idéntico en tu vida, pero eso sí, sin dar otra vuelta de tuerca que sería lo provechoso como es lógico.

Y das vueltas y vueltas, y tratas de evadirte de tu obelisco y crees haber volado a otros páramos, crees que has conseguido tomar rumbos nuevos a parajes nunca vistos para no volver... , pero al posar el pie tu realidad se disipa y vuelves a verte junto a tu monótono obelisco. Otra vez a la misma idea. Siempre en sentido horario, con una mano rozando ese eje gravitatorio.

Una parte de ti llega a la conclusión de que vives para esa repetición, para sentirla, para morderla como el perro que se lanza a por el palo una y otra vez sin descanso.

Si tienes suerte, un día paras para reflexionar. Miras por un momento tus pies, polvorientos y doloridos. Miras la piedra sobre la que te apoyas, tu faro de referencia y tu lacra esclavizadora. Y, despacito, empiezas a dar media vuelta,, paso a paso.

Esto significa dudar del punto de partida, replantear lo que se ha juzgado como axiomático. Y de pronto, sin comerlo ni beberlo, te has puesto a dar vueltas otra vez.

Pero eso sí, esta vez vas antihorario.

miércoles, 16 de marzo de 2011

No fueron malos años para la música clásica.

Y en ello tuvo mucho que ver un nuevo músico y compositor salmantino, Gerardo Gombau. Había estudiado en el Conservatorio de Madrid y desde 1935 era profesor en el de Salamanca. En 1942 crea, con el apoyo del Ayuntamiento, la Orquesta Sinfónica de Salamanca, aunque su vida es corta, exactamente hasta 1945m fecha en que Gombau se traslada a Madrid al haber ganado una cátedra en el Conservatorio de la capital. En esos tres años y con él a la batuta, la Orquesta realiza un buen número de conciertos, en muchos de los cuales colaboró la Coral Salmantina. Ésta, fundada en 1931 por otro destacado músico salmantino, Bernardo García-Bernalt, fue la única de este tipo que existió en la ciudad durante bastante tiempo. Gombau creó y dirigió también el grupo de cámara "Trío Castilla", cuyas actuaciones tenían lugar en el café Castilla, en el Casino y en el Conservatorio. Al mismo tiempo, compuso un conjunto de obras de temática regional y local como Aires de Castilla (1932), Escena y danza charra (1933), Dos canciones castellanas (1936), Ballet Charro (1943) o Amanecer (1944). Gombau abandonaría posteriormente esta línea compositiva de carácter nacionalista en beneficio de una música más abstracta y de técnica más avanzada. Fue entonces, a partir de finales de los cincuenta, cuando conquistó un lenguaje musical original, experimental y de alta calidad. Algunas de las obras más representativas de esta etapa de madurez son Texturas y estructuras (1963), Música para ocho ejecutantes (1966), Música 3+1 (1967) y Pascha Nostrum (1967).

En 1948 surgía la Sociedad Filarmónica de Salamanca, gracias en gran medida a los esfuerzos del alcalde de la ciudad, Luis Fernández Alonso, que la presidiría hasta mayo de 1953 en que fue sustituido por César Real de la Riva. Los siete años de la presidencia de Real de la Riva, en los que la entidad llegó a contar con más de 1.000 socios, fueron muy brillantes. Se organizaron 134 conciertos, dos por mes, y actuaron orquestas y solistas de fama nacional y europea como la Capilla de los Tres Reyes de Frankfurt, la Orquesta de Cámara de Berlín, la Filarmónica de Madrid, la Sinfónica de Hamburgo y la de Stuttgart, Nicanor Zabaleta, Gerd Kaemper o el famoso bailarín y coreógrafo francés Maurice Béjart.

El músico salmantino Aníbal Sánchez Fraile estrenó su cuarteto de cuerda, interpretado por el Cuarteto clásico de Radio Nacional, en la Sociedad Filarmónica. Pero D. Aníbbal no debe su mayor fama a ese hecho ni a su múltiple labor como compositor, organista de la Catedral y profesor del Conservatorio, sino a su empeño como etnomusicólogo y continuador de la obra de rescate de ritmos y melodías charras emprendida años antes por Dámaso Ledesma. Fruto de ese trabajo de recopilación y transcripción es su Nuevo Cancionero Salmantino, publicado en 1943 y donde se recogen 258 documentos. Y aunque su autor pudo disfrutar de buenas plazas de trabajo fuera de Salamanca, su amor por ésta hizo que meraneciera en ella -desde 1957 como catedrático de Música de Escuelas Normales- hasta su muerte en 1971.

El siglo XX en Salamanca, Cultura.

viernes, 25 de febrero de 2011

En marcha

¿No ha tenido usted nunca la sensación de haber sido expulsado de su vida como cuando nos apeamos accidentalmente del autobús en la parada que no es? El autobús o la vida siguen su marcha, alejándose de nosotros, que los perdemos de vista cuando doblan la esquina. Continúan existiendo, pero en una dimensión lejana, en la que atraviesan calles o plazas que quedan fuera ya de nuestro alcance. ¿Y nosotros? ¿Qué hacer cuando uno se queda fuera de su propia vida? Hay quien se atiborra de ansiolíticos o somníferos. Hay quien se entrega al alcohol. Hay quien se dedica a hacer dinero... Todo ello para acostarse zombi, levantarse zombi y pasar el día zombi. De ese modo, no echas tanto de menos la vida de la que has sido expulsado (o de la que te has caído, o que has abandonado en un movimiento entre voluntario y no). Muchos, en un intento de recuperar esa vida, leen los libros o revisan el cine o retoman los hábitos que recuerdan ligados a ella. Pero lo cierto es que, fuera de la propia existencia, todos esos placeres carecen de emoción. Se le caen a uno de la mano las mejores novelas, abandona a medias las películas en otro tiempo más estimulantes, le resultan opacos los paisajes que le hicieron llorar. Los hay que se resignan, aceptando lo ocurrido como una suerte de jubilación anticipada y forzosa, una especie de pequeña muerte a la que tarde o temprano, a base de sofá y telebasura, piensan, se acostumbrarán. Pero la mayoría, me gusta imaginar, espera tenazmente el regreso de esa vida, desde donde quiera que esté, para subirse de nuevo a ella, y vivirla, en esta oportunidad, con mayor frenesí que antes. La mitad de la gente que vemos bajo las marquesinas callejeras -yo entre ellos- fingiendo esperar al autobús, esperan en realidad que vuelva a pasar su vida por delante para retomarla de nuevo, aunque sea en marcha.

Juan José Millás
EL PAÍS, 25 de Febrero de 2011

Muerta la autenticidad,
la Sociedad no pudo sobrevivir.

martes, 15 de febrero de 2011

Ironías de la vida.

Dolors Bramon, profesora y escritora

"Hay mujeres musulmanas mucho más libres que otras que se creen occidentales, demócratas y católicas"

Dolors Bramon, profesora de la sección de Estudios Árabes de la Universidad de Barcelona, presentó su libro 'Ser mujer y musulmana' y la película del mismo nombre, dentro del programa 'Árabes e Islam: Derechos humanos y vida cotidiana', organizado por IPES Elkartea



No es lo mismo ser mujer y musulmana en un país árabe, que serlo en un país occidental, ¿qué matices tiene?

Es interesante la pregunta, lo vamos a ejemplificar, por ejemplo, con el tema del velo. Ser mujer musulmana en según qué países árabes implica la obligación de llevar velo, es más, en algunos, se obliga a llevarlo a las no musulmanas. En los países occidentales, sin embargo, el llevarlo o no queda a su elección. Pero aun así, a las que viven en nuestros países y lo utilizan, vale la pena hacerlas reflexionar. Yo no niego que tengan todo el derecho del mundo a llevar velo si quieren, lo mismo que yo decido de qué color es mi camisa cada día, pero sería conveniente que se dieran cuenta de que tienen una responsabilidad. El hecho de usar el velo en un lugar donde no es necesario, no ayuda a quienes están en países donde no pueden negarse.

¿Qué supuso la aparición del Corán para la forma de vida de las mujeres musulmanas?

El Corán fue un libro revolucionario sobre todo si atendemos al estatus de la mujer. La diferencia entre la generación anterior al Corán y la posterior fue enorme. Lo que pasa es que una cosa es lo que dice el Corán y otra lo que se interpreta, pero en realidad es un libro progresista. La mujer en el Corán tiene alma, que a lo mejor parece algo insustancial, pero allí se considera que la tiene desde el siglo VII, mientras que la escolástica del siglo XIII todavía discutía si la mujer tenía alma o no. Y estamos hablando de Alberto Magno o Santo Tomás de Aquino, es decir, de pensadores importantes. El hecho de reconocer que tienen alma, suponía que tenían y tienen derecho a la vida, que puede parecernos algo lógico, pero es que antes de el Corán no la tenían. Y la prueba es que con el islam se prohíbe matar a las niñas recién nacidas, algo que anteriormente era costumbre si ese año había sido más productivo en féminas. En cuanto a mejoras sociales, las hubo y muy importantes. Por ejemplo, para que un matrimonio islámico sea válido, la mujer tiene que recibir una dote. Antes del islam, era la familia de la mujer quien se quedaba con la dote. Sin embargo, el Corán dice claramente que la mujer es dueña absoluta de esta dote y que si quiere regalar parte o toda a su marido, ha de ser por su propia voluntad. Esto lo que favorece es que en el caso de que las cosas vayan mal, ella tenga algo en lo que apoyarse, cosa que ya quisiera más de una divorciada del mundo occidental. Estamos en este caso peor que ellos, porque de hecho, el matrimonio islámico admite divorcio, y el cristiano no. Lo que pasa es que estamos acostumbrados a juzgar lo cristiano como lo que vemos por la calle, y no, por la calle vemos laicismo. En cuanto a las herencias, a partir del Corán ellas tienen derecho a heredar. Antes de él, no sólo no tenían esa posibilidad, sino que ellas mismas se convertían en objeto de herencia.

La percepción que los occidentales tienen de las mujeres musulmanas, ¿es real?

La percepción es mala y engañosa, pero no sólo en lo relativo a las mujeres, sino en todo lo que respecta al islam. Los no musulmanes tenemos la tendencia a creer que el islam es un todo, y eso es falso. Hay muchas formas de islam, lo mismo que hay muchos cristianismos, hinduismos y demás religiones. Es más, hay mujeres musulmanas muchísimo más libres que mujeres que se creen occidentales, demócratas y católicas. Tenemos, en general, una visión exagerada y tergiversada de algo que en realidad desconocemos. Lo que desconocemos nos suele dar miedo, es lo que se llama ignorancia y miedo al otro. Pero la realidad es que ni todos ellos son malos ni todos nosotros somos buenos.

El uso del velo es uno de los temas que más polémica genera, ¿cree que la gente entiende el verdadero sentido de éste?

No. Y lo digo partiendo de la opinión de las mujeres musulmanas más conocidas en el mundo por su pensamiento como la nobel Shirin Ebadi o la activista y ex ministra egipcia Nawal El Saadawi. Todas están de acuerdo al afirmar que lo que hay que extirpar es el velo de las mentes, porque del cuerpo, es algo accesorio. En occidente no es, desde mi punto una cuestión de opresión, al menos en términos generales, sino más bien está ligado a una forma de reafirmación por parte de las musulmanas que dicen: "¿Me prohíben hacerlo? Pues lo hago". Evidentemente hay que diferenciar, no es lo mismo un velo que un burka, por ejemplo, porque el burka es antipersona y tiene otras connotaciones.

Otro de los temas más polémicos es la ablación, ¿proviene esto de las costumbres o de la fe?

Primero, antes que nada hay que aclarar una cosa, vamos a hablar de mutilación genital, no de ablación, porque cuando se habla de la ablación parece más suave. Y no. Una mutilación es algo muy grave. Mutilar es cortar algo de un cuerpo sin que haya necesidad sanitaria. Esto, por ejemplo, es una de las cosas que no tienen nada que ver con el Corán, como tampoco habla de la circuncisión de los hombres. Algunas mujeres musulmanas se ven sometidas a la mutilación, y eso, en realidad, se debe a tradiciones anteriores al islam. El problema es que hay algunos imanes o desaprensivos que intentan confundir a la población diciendo que esta costumbre forma parte del islam. Y en absoluto.

Las mujeres musulmanas actuales, ¿están trabajando por cambiar esa situación de desigualdad que sufren?

Algunas sí lo hacen, no todas. Algunas sí están luchando, con mucho conocimiento y mucha eficacia, contra la discriminación de las mujeres. Hay que aclarar que hubo feministas antes en Egipto y en el mundo islámico que en España. Y aun así, nosotros nos creemos los reyes del mambo. En segundo lugar, hay que decir que, de hecho, las primeras feministas del islam nacieron en harenes, cosa que parece contradictoria, pero allí había cultura y educación. Eso sí, si algo es cierto es que llevan un retraso cronológico, es decir, ahora mismo las mujeres musulmanas están como cuando yo tenía 20 años, que no son los mismos que los de una persona de 20 años actual. Como profesora de universidad tengo que reconocer que me cuesta hacerles entender a mis alumnos actuales esta situación, porque nos falta memoria histórica para recordar lo que vivimos nosotros antes de llegar adonde estamos. Ya se sabe que es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que en el propio. Por ejemplo, las mujeres en España pueden casarse a partir de los 14 años. No digo que las mujeres se casen a esa edad, pero la ley de este país aparentemente progresista dice que podrían hacerlo si quisieran. Sin embargo, en países como Marruecos, Jordania, Egipto, y otros lugares islámicos, la edad mínima son los 18. Y decimos que se casan obligadas cuando tienen 15 ó 16, y sin embargo, no vemos que aquí podrían hacerlo legítimamente a los 14. En fin, que sí que se mueven pero van despacio. El problema que existe es que hay un lado radical islámico, que tiene mucho dinero y al que yo llamo petroislam, que es el que se encarga de educar imanes, editar libros, o pagar becas, y que tergiversan los documentos e incluso las traducciones del Corán. Sin embargo, el islam progresista no posee medios para hacerse conocer, a pesar de que es un movimiento numeroso y que cada vez tiene más adeptos.