viernes, 13 de marzo de 2009

Homo Polithikus


El animal político.......





Sé que desde que estoy en derecho le meto mucha caña a los gobernantes y gobernantas, pero es que reflexiono mucho sobre el tema no fuera a ser que en el futuro me viera constreñido a los zapatos de esta especie...



Este especimen se considera, porque en verdad lo es, un elegido. Un seleccionado por esa vorágine monstruosa a la que, nunca he entendido muy bien porqué, llaman sociedad. Y es escogido para servir a dicha criatura, para garantizar que a los más acaudalados no se les defraude en ninguno de los rentabilísimos negocios llevados a cabo y para que a los más humildes no les falten los servicios mínimos(salud y pan sobre la mesa) y, en Europa, los derechos a tener oportunidades similares.





Y manos a la obra, el homo políthikus va cada día a su despacho para observar que se está cumpliendo dicha garantía. Pero ¡Hay compadre!, como bien dijo el amigo Bismarck "La Política no es una ciencia, es un arte"; ésto es, nunca hay soluciones únicas y satisfactorias multilateralmente. Y es que, nuestros políticos nada más cerca de la realidad, se confunden día sí y día también.



¿Y qué ocurre, entonces, cuándo la falta del apoderado público es tan monumental que la sociedad se indigna? Que producto de esta indignación aparece un cabreo generalizado. "Nos merecemos algo mejor", se dice a sí misma la vorágine, "es que, de hecho, nos merecemos lo mejor. Sómos la marea humana, siempre movida por los temores o las euforias de cada momento, nuestra sabiduría es eviterna..." ...y... mediante un mecanismo u otro... el Homo políthikus se ve desposeído tarde o temprano de su esencia tras dicho error. Pero... ¿Y qué pasa a hora con este tío?*



El político muy a menudo ha estudiado derecho o ciencias políticas... pero... a poco franco que sea consigo mismo el susodicho reconoce que no se acuerda de absolutamente nada de la carrera. Muy frecuentemente los buffetes no quieren ni oir hablar de ellos (sus clientes no quieren verse en manos de sujetos que han sido objeto de la ira pública),y las asesorías jurídicas tampoco. Por descontado, el individuo sabe que ya no tiene cabeza para ponerse frente a unas oposiciones, y al hilo de ésto se le aparece el "¿Qué dirán?", que dirán si X.X.X. aparece presentándose a unas oposiciones a secretario o similar... que dirán si no las aprueba... ¿¡quién imagina a un ex-político en la cola del INEM, entre ElJonydeBaraka y un Moztezuma cualquiera?!.





El político entiende ésto y se sabe los medios para evitarlo muy bien. Es consciente de que se ha tirado muchos años trepando en el partido y arañando favores para llegar a la posición alcanzada. Muchos años haciendo peloteo gratuíto a todos los que estuvieran por encima en la jerarquía para que toooodo ese tiempo gastado en ''La causa'' (sea la que sea) valgan para algo, aunque sólo valgan para él. Ha caído en la trampa de que sin el partido él no vale para nada (y eso le ha llegado a pasar incluso a algunos que hicieron carreras más útiles que derecho).





En consecuencia de ésto, una vez escogido por la vorágine, el político se hace un personaje por todos conocido que sirve a ese todos; pero simultáneamente hay que tener en cuenta que, dado que gastado los últimos quince o veinte años de su vida haciendo el trepa en el partido y la relación de dependencia se ha vuelto tan fuerte que sin ella el tipejo no es nada, se empieza a formar la idea de que ''Es la sociedad la que, en cierto modo, recompensa a nuestro individuo por tantos años en las barricadas políticas", que es tan duro llegar y ser oído en la gestión de la polis que un esfuerzo tan hercúleo requiere la indemnización proporcional a tanto tiempo de intrigas entre diversas facciones políticas.


Así, y volviendo a nuestra pregunta*; el Homo Políthikus teje una red de influencias y un tráfico de intereses compartidos en bancos, cajas de ahorros, servicios policiales, televisiones estatales, conserjerías del papanatismo o empresas afines para, en primer lugar, tener donde caerse muerto a la defunción de su posición política; y en segundo lugar, para poder seguir teniendo hilos de influencia con los que seguir manejando en toda la medida posible la marioneta de la infraestructura social. De esta forma, nos encontramos con instituciones distorsionadas, cargos creados de la nada para dedicarse a la nada, personalidades dotadas de un séquito de asesores comparable a la de los antiguos rajás (asesor = político que perdió su oportunidad), y todo un Estado que se emplea a fondo para poder mantener a todo un sector de la sociedad a cambio de nada, aunque... si toda esta gente se fuera a la calle seguramente se le caería la cara de vergüenza por lo que engrosaría las cifras del paro...






En síntesis, el sistema no funciona. Nuestros "representantes" están abocados al mangoneo y a la falta de seriedad, y las veces contadas que pelean por nuestras auténticas demandas suele ser por populismo electoralista, algo que, por cierto, se le da de cine a los nacionalistos.





Enfin.




Na zdrowie

1 comentario:

  1. 3 cosas Tom Hagen:
    - El contenido está bien
    - las faltas te desacreditan
    - "Moctezuma" suena despectivo, yo lo evitaría, diplomático.

    No obstante, sigue así. Necesito colaboradores en mi misión de derrumbar los pilares del sistema.

    Guy Fawkes

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