lunes, 8 de noviembre de 2010

Odio dar consejos:

Y salir a correr... correr mola señores. Mens sana in corpore sano que decía Juvenal, y es que más allá del lavado de cabeza que nos ametrellean desde la emptiví, mover las piernas para liberar endorfinas y tripis análogos por el río sanguíneo es algo que recomiendo a todo el personal que se deje aconsejar. En vez de comprar drogas, exprimes a tu cuerpo un rato para que las haga rular por toda la fiesta orgánica.


No es un consejo del Ministerio de Turno, es un llamamiento a que, antes de que pagues tus múltiples stresses conmigo (que tampoco te digo que no lo hagas), te des un paseo por las Aldehuelas varias para aclararte las ideas, que hasta que no lo haces no te das cuenta.


Otro consejo (hoy parezco Yoda o una Línea Pitonisa del estilo), si tienes uno de esos días en los que estás harto de tí mismo y crees que lo sabes todo sobre tu ser corre al espejo más próximo y grita:

¡¿¿Quién ******* eres??!!

Si todavía no ha calado la idea, te inquiero a que busques otro espejo y repitas la operación (Corriendo).

Ya verás como acabarás cuestionándote si realmente te conoces (y tus vecinos pensarán que eres bipolar, pero esa es otra historia).


Por lo demás.... odio dar consejos. Creo que los solemos dar en base a nuestra propia experiencia y, dado que es única e irrepetible, suelen ser totalmente absurdos e inextendibles.

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