lunes, 13 de septiembre de 2010

Vamos a calzarnos una metáfora




Vamos a calzarnos una metáfora... una monumental....


y la metáfora es la siguiente:

Imagina por un instante, que la música fluye como las olas del mar (lo cual es bastante parecido a la realidad).... y llega a tus oídos. Imagina cómo tus oídos se estremecen con su energía y su poder para conmover las emociones... tus oídos se van fundiendo a medida que la metáfora se apodera de tu realidad... y puedes sentir como se van deformando y deformando poco a poco.... tu cabeza puede parecer un cuadro de Dalí con esas orejas mutantes buscando una nueva forma.... una nueva forma en la que se empiezan a discernir extremidades... sobre una base carnosa en constante mutación, nada menos que 5 extremidades se yerguen en cada oreja, una de las cuales es más gruesa y distante que las demás. Sí, lo has adivinado, tus orejas ahora son manos, ¿Puedes sentir cómo estiran y articulan sus dedos? y lo puedes notar gracias al contacto con la música, del mismo modo que la piel recupera la sensibilidad al tocar el agua.

¿Puedes notar ahora como tu nuevas manos pueden palpar la música? Puedes acariciarla a su llegada hasta ti, puedes desmenuzarla para localizar sus múltiples componentes, puedes reinterpretarla según el lugar donde la coloques e incluso deformarla a tu libre albedrío (aunque eso ya no sería escuchar música, sino oír lo que te viene en real gana). Pálpala en toda su extensión, como una madeja que se enreda y constriñe, puede agasajarte, puede emocionarte hasta llorar o electrificarte hasta la tortura.

Llegó el silencio, ¿Percibes el vacío?. Parece increíble pero este vacío se puede tocar, es una ausencia que se mastica, el ahogamiento del tímpano, la calma que precede a la tormenta... o no. Efectivamente, vuelve la música... que te coge de las manos para jugar al corro con pastorcillas y faunos (Haydn), o te imbuye de sentimentalismo y amargura(Chopin), u opta por introducirte en medio de un Van Gogh (Debussy), puedes bailar con los hunos (Bartok) o sencillamente echarte a volar sin formas ni ataduras (Shostakovich)...






Asier Polo, profesor del Musikene.


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La música es humana... bueno en fin, por lo que parece el primer músico tendría que haber sido un homo sapiens o algún pariente cercano... y sin embargo hay animales genéticamente distantes que parecen reaccionar de algún modo a este fenómeno... ¿humano?. La música es una entelequia que, interpretada a su debida forma, se puede transmitir de forma absolutamente precisa de una mente a otra. Podemos explicar cualquier otra cosa a una persona, pero ella se creará una imagen conceptual formada en base a sus propias (y únicas) experiencias, mientras que la música.... es un lenguaje que accede al cerebro sin transcripciones ni metáforas conceptuales... y algo así de perfecto ya es cuestionablemente humano. Casi recuerda al primer mundo (perfecto) de Platón. Y vive Dios que hacer una buena interpretación es trascender a algo más allá de la percepción cotidiana, es desaparecer de este mundo rudimentario y hosco, a otro sin complejos, ni preocupaciones... donde nada te puede tocar...



Pero qué rayadas me monto.

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